El Camino Santa María Rivier ha sido una profunda experiencia de fe, cultura, convivencia, conocimiento personal, pinitos en el aprendizaje de otro idioma y todas esas cosas que, pasan dentro de cada una y, no se pueden decir con palabras. Lo mejor es vivirlas y dejar que se hagan parte de ti y te acompañen para siempre. "Estoy segura que María Rivier tendrá un lugar en cada una de nosotras, con el cual recordaremos este viaje juntas."

Durante una semana hemos recorrido los senderos de Montpezat, Thueyts, Bourg Saint Andéol, Lyon y París para descubrir el rostro de santidad de esta mujer, y aprender, de forma personal, que "el camino de la santidad está trazado: es Jesucristo; sigámosle con constancia y llegaremos a Él." Santa María Rivier

Al recorrer el Camino te conviertes en una nueva María Rivier, viviendo en primera persona lo que ella pudo experimentar en momentos claves de su vida. Así ha sido para cada una de nosotras. De forma muy especial vivimos el encuentro con Nuestra Señora de la Piedad, en Montpezat. Allí fue curada, y allí hemos vuelto a ser esas niñas que Santa María Rivier prometía en su oración, constante durante 4 años:"Virgen Santa, cúrame. Si me curas te traeré niñas y les diré que te amen." Santa María Rivier

Y puedes saber qué es la Presentación de María. "He podido conocer realmente el fondo de la Congregación, el significado que tiene para tantas personas, cómo les ha cambiado la vida y gracias a ellos cambia la vida de los demás también."

Salen a flote los miedos sobre ti misma. "Antes de comenzar el camino pensaba que no sabía ni lo que pensaba, que quizás no encajaba del todo, que sobro".

Paso a paso vas viviendo tu propia transformación. "He visto que todo estaba en mi cabeza. Cuando dejas de escuchar y decides darle atención a lo importante, estar presente en el momento, vivir, convivir, aunque cada una sea diferente. Ahora sé que Dios nos ha creado así para que aportemos cada uno nuestro granito de arena, y no tengo que ser igual o querer encajar, las personas me quieren por cómo soy."

Al finalizar vuelves a casa con certezas de esas que no se pueden tocar. Tú sabes que son verdad verdadera y puedes decirte:

• "Tengo que ser como yo sea y no buscar encajar, sin importar si le gusta a los demás o no."
• "No sabía que necesitaba un viaje así hasta haberlo acabado."
• "Un viajero sin capacidad de observación es como un pájaro sin alas." Moslih Eddin Saadi
• "Estoy muy orgullosa de ti, por haber crecido, madurado en este viaje y ver que eres útil para los demás"
• "Gracias por ser cada vez más madura e independiente".

El camino compartido te permite:

• acoger "todo el cariño con el que nos han recibido las hermanas en cada una de la comunidades."
• conocernos mejor. " Tenemos muchas más cosas en común de las que creía en un principio".

• Decir: "No había envidias, no nos hemos juzgado las unas a otras, no ha habido enfados o malos rollos." "Volvería a repetir la experiencia con todas vosotras. Gracias por haber compartido conmigo este viaje."
• "Aprender de cada una de su alegría, su energía y sus conocimientos ".
• "Ver que Dios nos cuida siempre. Pone juntas a las personas adecuadas en el momento adecuado."

La música ha estado bastante presente. Nos ha unido afianzando los lazos creados. Nos ha animado cuando ya no podíamos más. Nos ha permitido vivir momentos especiales, como el viaje de regreso desde Montpezat a la Casa Madre en Bourg- Saint- Andéol. Cantamos sin parar en el minibús. La música hizo de este tiempo uno de los más felices de todo el Camino.

Nuestro "top ten": La fe se encuentra- Grilex, Roma de Pole, Hogar- de Izal, ¡Qué bien se está cuando se está bien!, de Hakuna.

No solo los momentos de oración y reflexión te hacen tomarte de forma diferente la relación con Dios. Es descubrirle presente en los mil detalles de cada día, de cada persona, de cada situación que vives, las que te permiten experimentar que:

• "Pensaba que mi relación con Dios era buena que, quizá, ya estaba todo hecho. Ahora pienso que nunca puede ser estática, que nunca está hecho todo, que hay que ir trabajando en ella todos los días."

• "Ahora siento mi relación con Dios más cercana. Es como que saber que está a mi lado me tranquiliza y a lo largo del día en distintos momentos me da por pensar en él y rezar o agradecerle o pedirle cosas. De hecho, en el bus de vuelta a casa, se me ocurrió ponerme a rezar para agradecerle por todo el Camino, y también fue como súper importante para mí ese momento a nivel de fe. Me emocioné mucho."

• "Siempre estará conmigo, lo sé. Tenía miedo al venir a esta residencia por lo desconocido y resulta que ha sido un regalo muy bonito de Dios por las personas presentes en ella."

Desde estas líneas queremos decirles: "Habéis estado muy presentes. Hemos rezado por vosotros".

¡Ah! Un consejo, si puedes, haz el Camino Santa María Rivier.

Para nosotras sabemos que no ha terminado. Empieza ahora y ella nos dice:

"Dejad por todas partes donde paséis las huellas de Jesús y de María."

Solo nos queda una palabra que lo dice todo: Merci!

Nota: los textos en bastardilla son palabras textuales de las participantes.