Liliana Loustaunau
Esta peregrinación revivió en mí mis años de estudiante en el Instituto Ntra. Sra. del Sagrado Corazón, Belgrano, Ciudad de Bs. As, Argentina, de las Hermanas Carmelitas de la Caridad de Joaquina de Vedruna.
Me eduqué en valores cristianos en mi hogar y con las Hermanas en el colegio. La Caridad, la Humildad y la Compasión guiaron a la Madre fundadora y sus discípulas. La Madre Marie y Santa Joaquina fueron contemporáneas. Una en Francia, otra en Barcelona, lucharon por lo que querían , educar y formar jóvenes en el amor a Dios y la Virgen María, en épocas difíciles, la Revolución Francesa y la invasión napoleónica en España.
Los "Momentos con Marie Rivier y con la Virgen" me emocionaron mucho. Lloré y dejé fluir esas lágrimas, al peregrinar por Lyon (mi ascendencia es francesa). Con la Virgen de la Sonrisa, en la última etapa cuando me despedí de Marie.
Yo también tuve una cirugía de cadera hace unos años y le pedí mucho a Jesús y María.
Las reflexiones más significativas fueron:
Pedir al Espíritu Santo la gracia de aumentar el don de la fortaleza, ser más humilde, más resiliente. Abrir los oídos del corazón a los mensajes que Dios tiene para mí para poder cumplirlos.
Pedir la fuerza de la Cruz, para apaciguar mis temores.
Fortalecerme en la oración y tener presente siempre que soy Custodia.
Sentir la presencia providente de Jesús a mi lado y ser providencia para los demás. Cada día tiene su afán y Dios no me enviará , en mi soledad, más de lo que pueda soportar.
Ser constante en hacer más adoración eucarística.
Y tomé como jaculatoria : YO LO MIRO Y ÉL ME MIRA.
¡GRACIAS POR AYUDARME A CRECER EN LA FE!