Descálzate

23.09.2024

Para vivir el momento Descálzate, de esta etapa, puedes elegir seguir la presentación que tienes a continuación, o hacerlo desde el texto escrito de esta página. Te deseamos un buen momento de encuentro con Dios.

¡Levántate!

Cada uno de los días de tu vida, empiezan con esta experiencia. El despertador suena y te dice: ¡Levántate! 

📍Cada una de las etapas de la peregrinación también.

Es un gesto que hacemos mil veces al día, y tal vez no eres consciente de ello. Piensa las veces y los lugares de los que te levantas.

Levantarse es una experiencia cotidiana y no por ello menos importante. Es un acto voluntario, supone un esfuerzo. Y hay veces en la vida en las que para poder levantarte necesitas un milagro.

📍Hoy, en este rato de oración, tú también la vas a escuchar, dicha en especial para ti, por el mismo Jesús: "A ti te digo: levántate".

Puedes vivir este momento donde tú quieras.

Eso sí, te recomiendo que lo empieces de rodillas, así tu primer gesto será el de levantarte.


💭 Ahora escucha el texto de Mc 5, 21-43. Adéntrate, en el texto bíblico. Ponte en la escena.

"Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.» Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.

Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?» Jesús, que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe.» Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.» Y se burlaban de él. Pero él, después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: «Talitá kum», que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate.» La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer. Mc 5, 21-43

Escúchalo una segunda vez y ponte en marcha. Elige antes los lugares. Piensa, ¿dónde vas a encontrarte con Jesús?

🤔¿Qué camino vas a recorrer hasta llevarlo a tu casa? ¿En qué habitación vas a terminar este momento?

Cuando lo tengas claro, escucha de nuevo el texto haciendo el recorrido que has pensado y cuando estés en la habitación que has elegido, vive este momento de encuentro con Jesús.

➡️Jairo dice a Jesús: Ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva.

Jairo pide a Jesús un gesto de cercanía, sabe que el contacto humano que cura. El tacto es el primer sentido que se desarrolla en el útero. Quién no ha sido consolado o ha consolado a un niño con el tradicional "cura, sana..." mientras le frotaba con la mano. Tocar con la mano es un analgésico natural. Mejora nuestra seguridad personal, refuerza la autoestima y también la de los demás. Dile a Jesús que te imponga sus manos, siente su poder sanador en ti.

➡️Jesús fue con él. ¿Hay algo que te preocupa especialmente? Háblale a Jesús de ello. Jesús va contigo hasta donde está tu problema. Te acompaña en el camino que tienes que recorrer para solucionarlo. Es tu compañero de camino.

➡️ Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Hay momentos que no se pueden vivir con cualquiera. Escoge a tus íntimos ¿Quiénes son esas personas que quieres que sean testigos de los momentos especiales de tu vida? Reza por ellos.

➡️ Observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. El ruido, cuánto daño hace el ruido. Cuántos dolores de cabeza innecesarios, cuántas conversaciones inútiles. cuánto estrés, cuánta falta de comunicación...Haz silencio. El silencio hace que sucedan cosas maravillosas. El silencio crea el espacio imprescindible para poder comunicarte y llegar de al fondo de lo que necesitas decir. Haz silencio.

➡️ Llegan a la casa... Entra...entra donde estaba la niña. Hay que entrar en la casa y descubrir la realidad desde dentro. Ver las situaciones en profundidad...

Deja que Jesús entre en tu casa. Vive un momento de intensa intimidad con Él. Dile: "Jesús, entra en mi casa."

➡️ Y se burlaban de él. En las situaciones más desesperadas, en aquellas que parece que no hay nada que hacer no importa que se rían. "No temas; solamente ten fe". No tires la toalla, la última palabra es la de Jesús. 

Pero él, después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña.

Deshazte de lo que no te aporta, no dejes que te acompañe lo que te desvía de tu misión. quédate con lo esencial, quédate con lo que te lleva a Jesús.

➡️ «Talitá kum». Jesús habla tu lengua materna. Se diriges a tus entrañas, al lenguaje de tus raíces, habla con las palabras de tu corazón. Escucha lo que te dice en este momento. Déjale que te hable al corazón.

Jesús te dice: "A ti te digo, levántate". Ponte en pie. Recobra tu dignidad de hijo de Dios.

Se levantó y comenzó a caminar.   


📍Termina rezando con "Levántate y anda" de Alvaro Fraile  y ponte en marcha.