Descálzate
Hoy, la experiencia "Descálzate" te lleva a vivir un tiempo de adoración.
Puedes hacerlo en la presentación o en la página.
Si has elegido hacerlo en la página, empieza en la catedral de San Juan de Lyon.
Ponte en la presencia de Dios.
Escucha y déjate conducir interiormente por las palabras del canto "Adoramus te domine" de Taizé.
Adorar es mirar y dejarse mirar
Entrar en la oración de adoración es mirar y dejarse mirar... mira y deja que Él te mire.
"Cuando adoramos, permitimos que Jesús nos sane y nos cambie". "Al adorar le damos al Señor la posibilidad de transformarnos con su amor, de iluminar nuestras tinieblas, de darnos fuerza en la debilidad y valor en las pruebas". Papa Francisco
No tengas prisa, deja que la música te lleve, te llene, te ilumine, de transforme, te de fuerza y valor.
"Señor: quisiera conocerte como eres. Tu imagen sobre mí bastará para cambiarme". Pedro Arrupe s.j.
Adorar es vivir en espíritu y verdad
Ve al ambón y lee en voz alta el texto del evangelio de Jn 4, 19-26.
Deja que resuene en la catedral, deja que resuene en tu vida:
Al oír esto, le dijo la mujer:
-Señor, ya veo que eres un profeta. Nuestros antepasados los samaritanos adoraron a Dios aquí, en este monte, pero vosotros los judíos decís que debemos adorarle en Jerusalén.
Jesús le contestó:
-Créeme, mujer, llega la hora en que adoraréis al Padre sin tener que venir a este monte ni ir a Jerusalén. Vosotros no sabéis a quién adoráis; nosotros, en cambio, sí sabemos a quién adoramos, pues la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora, y es ahora mismo, cuando los que de veras adoran al Padre lo harán conforme al Espíritu de Dios y a la verdad. Pues así quiere el Padre que le adoren los que le adoran. Dios es Espíritu, y los que le adoran deben hacerlo conforme al Espíritu de Dios y a la verdad.l
Dijo la mujer:
-Yo sé que ha de venir el Mesías (es decir, el Cristo)m y que cuando venga nos lo explicará todo.
Jesús le dijo:
-El Mesías soy yo, que estoy hablando contigo. Jn 4, 19-26
A partir de lo que el texto te dice. Entabla tu diálogo personal con Jesús. Pregúntale, ¿qué es adorar en espíritu y en verdad? ¿Qué quiere decir que la hora ya ha llegado? ¿Quiénes son los verdaderos adoradores.
Adorar es hacer silencio
Haz silencio, Adora en silencio.
"Es maravilloso constatar cómo conseguimos grandes cambios en la quietud más absoluta. Porque no es solo que el silencio sea curativo, también lo es la quietud. Ante todo hay que decir que el silencio en quietud es muy diferente al silencio en movimiento." Pablo d'Ors
Adorar es vivir en comunidad, ser Iglesia.
Contemplar el cuerpo de Cristo, entregado, nos lleva a ser cuerpo de Cristo .
Vive este tiempo en el corazón de la Iglesia.
Adorar es vivir la comunión de los santos
Adorar genera esa vida, ese hilo conductor en el que Jesús el pan partido se abre a la comunión de todos con todos en El.
Establece conexiones de responsabilidad, genera redes de vida a vida, en las que incluimos y somos incluidos.
Hace compartir mensajes de corazón a corazón en los que la diferencia es generadora de vida.
Adorar es el motor para anunciar el Evangelio
Adorar es hacer memoria del siervo de los Siervos, de Jesús que se arrodilla y lava los pies.
Ve a las calles de este mundo con Jesús que cura, enseña, acompaña, se compadece y adora hazte siervo, hazte eucaristía.
Adorar es descubrir a Dios en la creación
Entra en el gran Templo de la creación.
"La Eucaristía siempre se celebra, en cierto sentido, en el altar del mundo. Une cielo y tierra. Comprende y abarca todo lo creado. El Hijo de Dios se hizo hombre para restituir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza a Aquel que lo hizo de la nada ... De verdad es este el mysterium fidei que se realiza en la Eucaristía: el mundo salido de las manos de Dios creador vuelve a Él redimido por Cristo" San Juan Pablo II, Ecclesia de Eucharistia. Carta encíclica sobre la Eucaristía en su relación con la Iglesia Nº 8
Levanta las manos. Abre los brazos. Deja que tu ser contenga todo y a todos.
Termina tu oración con las palabras de María Rivier:
"Haced de nosotros verdaderos adoradores.
Padre infinitamente bueno,
haz que siga los movimientos de tu gracia,
a fin de no descuidar nada
para conformarme con Jesucristo
para caminar tras sus huellas,
para seguir sus ejemplos,
para caminar en fin, en fin, como Él caminó;
en una palabra,
para cumplir en todo tu voluntad...
Esa es la "adoración en espíritu y en verdad"
Que tú buscas...
¿No mereces por tantos motivos,
que te ame con todo mi corazón,
con toda mi alma, con todas mis fuerzas
con todo mi espíritu?
Así es como quieres ser amado,
Padre infinitamente amable" (María Rivier VJC 3, p 363)